martes, 6 de septiembre de 2011

El alcohol y yo… (2)

Desde épocas remotas la humanidad hizo fermentar todos los azucares que tuvo a su paso para darle vida a las bebidas alcohólica.
El beber fue y es algo cotidiano en la vida de las personas. Lo han consumido desde grandes pensadores o ilustres seres como William Shakespeare, Sigmund Freud o Napoleón Bonaparte hasta el más básico de todos los hombres.
Esta es una nota en donde muchos se van a sentir identificados porque voy a enumerar de forma cronológica como es la relación de las personas con el alcohol.

  • Arrancamos con los niños entre 5 y 10 años que quieren probar la bebida de “los grandes”, por suerte la gran mayoría prueba un poquito y como lo sienten fuerte, ponen carita de asco y no lo vuelven a probar hasta una edad más avanzada.
  • Siguen los adolescentes, ellos arrancan con un vaso que les dura toda la noche, vaso que ves pasar de lugar en lugar pero nunca merma. El vaso termina transpirado con el contenido caliente pero la gracia es tener un vaso con alcohol en la mano, no importa el resto.
  • El adolescente y medio, ya le empieza a agarrar el gustito al estado que genera la copita de más. Terminan tomando lo que venga, como venga, esto incluye baldes con un brebaje color fucsia o alguna bebida en cartón tipo “Uvita Fiesta”.
  • De los 20 a los 25 años el gusto se hace un poco más definido con el alcohol y nos volvemos más selectivos a la hora de tomar, pero los excesos aun son permitidos gracias a la edad que te permite descocar una noche hasta las 6am e ir a trabajar al otro día a las 9am, todo gracias a la edad.
  • De los 25 a los 35 años, en esta etapa ya estamos decididos por 2 o 3 bebidas que rara vez vamos a cambiar. Unos fieles al Fernet, otros fieles al vino, otros fieles al whisky y otros a la cerveza. Es tanto por una cuestión de gustos y por que tus riñones ya no lo toleran ciertas “destilaciones” envasadas en tetras o alcoholes berretas de dudosa procedencia.
  • De los 35 a los 50 años, uno se vuelve un responsable hombre de bien. Ya algo experimentado en la bebida, se conoce sus límites a la perfección y solo toma con la comida o en algún evento que lo amerite. La diferencia es que ahora toma con una moderación digna de un monje.  

(acá hablo en otra persona porque son experiencias observadas y aun no vividas)
  • De los 50 a los 70 años, el individuo está curado de espanto y se caga un poco en los limites. Cada tanto descoca en una cena bajándose una botella de tinto espeso y da la nota hablando cosas que no tiene que hablar o haciendo comentarios indebidos. También se los suele ver en cumpleaños de 15 o casamientos con una corbata de vincha.
  • De los 70 años al fin de sus días, en esta etapa la persona ya está de vuelta, todo le mima un testículo y se toma la merecida copita de más por gusto o como una de las pocas aventuras que le quedan. El individuo termina siendo el alma de las fiestas, y se lleva los comentarios como “el abuelo se quedo dormido”, “fijate que la abuela no se zarpe con el chupi que le da la pataleta”. La otra opción es que con la mas mínima entonación es que hablan de más y cuentan historias que llevan a la nada misma.

Moraleja: si bebe no conduzca!



12 comentarios:

gastmun dijo...

Esto esta hecho en base a la edad del higado tambien?

Sandra Montelpare dijo...

con qué clase personas entre 35 y 50 estoy interactuando yo????? digo, por lo de "ahora toma con una moderación digna de un monje" Debe ser eso de la adolescencia tardía y los Peter Pan, no??

Lucas Fulgi dijo...

Gran moraleja. Y siempretus imágenes la rompen.

Saludos

Roh.- dijo...

Ohhh Alabado seas, alcohol.

Cons Oroza dijo...

Jajajaj, tal cual!

La Hilarante dijo...

jajajaj tal cual! yo soy las del fernet.. creo que para el vino me falta.
tengo 25 soy de capital federal y la radio esta bueniisima.

CaboReyes dijo...

De acuerdo a su tabla yo estaría bebiendo como un monje pero en realidad ya casi no bebo esperando la recuperación de tantos años de excesos... después andaré con la corbata de vincha a los 50 éso seguro!

Gabriel Cruz dijo...

Super identificado, cada uno de los puntos me han traido graaaandes recuerdos, yo me despachaba las sobras de sidra en las fiestas a la tierna edad de 6 años, no dudo que en mi madurez sea de esos que toman solos en su casa y guardan botellas en el baño, es feo pero bueno, es el destino ¿qué le voy a hacer? :P

Staff de Bla Bla Bla dijo...

Pobre la abuela con la pataleta. Imposible no recordar al abuelo Abe, con sus historias que van a ningún lado (A recordar: Homero comunista). Saludos!

Anónimo dijo...

Borrachos de mierda

MamaMacana dijo...

"Existen dos razones para beber: una, cuando se tiene sed, para aplacarla; la otra, cuando no se tiene sed, para prevenirla."

MamaMacana dijo...

Y entre paréntesis, muy bueno!