sábado, 13 de junio de 2009

Ascensooooooor!!!!!

El otro día hablando de situaciones nefastas y charlas incomodas llegue a la conclusión que las peores son las charlas de ascensor , todos las vivimos, todos las sufrimos y es tal la molestia que genera estar en un cubículo de 1,5m x 1,5m con uno o varios desconocidos, esa obligación o compromiso de tener que sacar un tema boludo que mate el minuto de viaje, es terrible, es temible, sobresalen tantas actitudes y hasta llegamos a remontarnos a los instintos mas básicos del ser humano, por ejemplo el lugar que elegimos al subir es una de las tantas conductas típicas, siempre se elige el fondo o un rincón para tener el campo visual mas grande y observar a todos, es como que nada esta librado al azar, uno calcula fríamente según el piso en el que se baja es como lleva la charla, el mas desinhibido o ansioso arranca…
Yo vivo en un 10mo, si se baja del 1ro al 3ro es mas o menos un “hola y chau”, si se baja del 4to al 7mo sale un tema mas complejo como el clima y siempre es a modo queja “que frio”, “que calor”, “que lluvia”, etc. y si se baja del 8vo al 10mo la charla se orienta mas al cansancio rutinario o que arranca un día largo y te quedarías durmiendo bien tapado con este fresquito, si es verano se comenta que no da salir con estos calores.
Existen infinidad de charlas trilladas además de las anteriores, esta el que comenta el malfuncionamiento del ascensor y que no se lo cuida (señalando un rayón que dice “Alfredo traga sable”, Alfredo es el portero), esta el que sube con un perrito y te va oliendo todo el viaje, te intimida, miras para abajo, te sentís mas chiquito que el perro y terminas fingiendo una sonrisita mientras piensas “paciencia faltan 2 pisos”, ni hablar si bajaste a buscar la pizza y subís con alguien, cagaste porque seguro te tira el comentario de “que olorcito” o apenas llega a su piso “2 minutos mas y te comía las empanadas”, otra típica cuando se excede la capacidad máxima y siempre salta el que dice “dale, total somos todos chiquitos” (si sobre todo yo la conchituma!!).
Como si todo esto fuera poco ahora te hablan hasta los mismos ascensores, con una voz femenina, gallega, robotica y fria "Ascensor detenido" o "4to piso pediatria".

Por que la incomodidad de pasar 1 minuto con un desconocido?

Que nos lleva al punto de tener que hacer tiempo para poder bajar solos?


A veces extraño el 1er piso por escaleras…



3 comentarios:

Dib dijo...

o te sirva de algo, a ver:

http://fogonazos.blogspot.com/
2009/05/por-que-miramos-al-techo-en-los.html

lo corté en 2 porque era muy largo el link

Verónica Calvo dijo...

Disfruté mucho en este ascensor. Un post verídico. Saludos.

Mundo Aquilante dijo...

La gente habla escurriendose de la inoportuna sensación de tener que escucharse. Mejor lo que me tiene que decir el otro que lo que me tengo que decir yo mismo. El silencio, tan genial, tan ocurrente... es una ofensa a las relaciones humanas que no deberían existir en tal cantidad.
Nos gusta mentir y nos gusta más hablar disimulando que escuchar o hacer silencio. Nunca se sabe... quizá por decir una boludez no escuchamos un "te quiero" determinante,o un "sos un gran vecino!"o un "te ayudo con algo?"
Me gusta el personaje del ascensor que se hace cargo del viaje, se pone al mando y te pregunta: Hasta qué piso vas? apoderandose orgulloso de los botones.

Saludos desde Mundo Aquilante!